¿Qué está pasando con las NOM canceladas por el Gobierno Mexicano?
32 normas oficiales mexicanas de salud fueron anunciadas este 1 de junio que dejarán de tener efecto ¿Cuál fue la causa y cómo impactará en la población?
Circula en redes sociales la noticia de que varios padecimientos dejarán de atenderse a causa de la suspensión de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) asociadas con la Secretaría de Salud. En el transcurso de los días varias opiniones se baten entre sentenciar el sistema de salud y otras no lo ven como algo catastrófico.
Revisemos qué son y para qué son las NOM correspondientes a la salud.
¿Qué son las NOM de salud?
En general, las NOM son documentos de observancia obligatoria (digamos que se deben cumplir como leyes) que formulan algunas dependencias de gobierno. En materia de salud son varias las instituciones que fundamentan sus actividades en la normatividad vigente.
Las NOM tienen su lugar dentro de los documentos que rigen distintas áreas del gobierno. Para fines prácticos, podemos decir que se encuentran por debajo de la Constitución y de las leyes y reglamentos federales. Esto significa que se someten y fundamentan en estos y nunca al revés.
Por ejemplo, la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), que realiza la vigilancia de los riesgos a la salud que representan las sustancias, el ambiente, alimentos y demás, se guía por normas como las de farmacovigilancia, alimentos, pruebas diagnósticas y plaguicidas, entre otros. En estos documentos se encuentra la terminología, la simbología las instrucciones y todo lo necesario para realizar sus funciones de control y fomento sanitario.
El Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) se rige por varias normas oficiales, también. Estas se refieren a la organización y funcionamiento de los laboratorios clínicos, el uso de sustancias dentro de ellos, el manejo de materiales y residuos peligrosos, las condiciones de seguridad en el trabajo y, principalmente, para la vigilancia epidemiológica.
Otras normas de salud expresan cómo abordar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades específicas. No todos los padecimientos tienen una norma que directamente les vigile, sólo los de cierta relevancia epidemiológica, social y económica requieren de un marco legal que establezca una manera normalizada1 para su abordaje, ya que de ello depende el funcionamiento del sistema de salud. Algunos de estos padecimientos son el cáncer de mama, las enfermedades transmitidas por vectores (insectos), cáncer cérvicouterino y la tuberculosis.
Algunos temas de salud que no necesariamente se definen entre las enfermedades también son abarcados por las normas oficiales. Existe, por ejemplo, la norma para el fomento, protección y apoyo a la lactancia materna, la norma de promoción de salud escolar, así como la de prevención y control de enfermedades relativas a perros y gatos (zoonosis).
Sin embargo, las NOM no son los únicos documentos o instrumentos que sirven para guiar la atención de la salud. Gran parte de los diagnósticos y procedimientos que se realizan en los tres niveles de atención tienen guías de práctica clínica (GPC) fundamentadas en la práctica de la medicina basada en evidencias. Estas se crean de manera distinta a las normas oficiales siguiendo protocolos científicos ampliamente probados que se revisan cada pocos años. Usualmente se tratan de un esfuerzo entre profesionales de la salud de varias instituciones bajo la supervisión del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud.
Sumado a ambos tipos de normativa, las funciones del sistema de salud mexicano están descritas en la ley General de Salud, las leyes de otros sectores del gobierno, leyes internas de la Secretaría de Salud y otros reglamentos que apliquen. Podemos decir que las NOM y las GPC expanden los fundamentos técnicos-científicos de la atención de la salud, además de regular que se cumplan.
¿Por qué fueron canceladas? ¿Cuáles son sus efectos sobre la salud de las personas mexicanas?
El Diario Oficial de la Federación, el medio gubernamental donde las normas oficiales mexicanas son publicadas para indicar su entrada en rigor, mostró en su edición del 1 de junio un suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad donde se emite un listado de NOM de distintas secretarías del gobierno, así como de comisiones y agencias nacionales, donde se indica cuáles proyectos y normas publicadas anuncian las instituciones que serán propuestas, reprogramadas o canceladas.
En el apartado de la Secretaría de Salud, el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Salud Pública, presidido por el doctor Hugo López-Gatell Ramírez, se propone modificaciones a las NOM que abarcan a las infecciones nosocomiales (las asociadas a la atención de la salud), la gestión de emergencias en salud y terapias con diálisis. También reprograma el proyecto de norma para el funcionamiento de las residencias médicas, la de educación en salud, la de certificación de la discapacidad, la de prevención y control de infección por virus de inmunodeficiencia humana y la de atención a personas con discapacidad. Además, se cancelan 32 normas distintas de Salud.
Como respuesta, usuarios de redes sociales y algunos medios de comunicación expresaron preocupación sobre el significado de tal comunicado oficial. No es objetivo de esta publicación replicar los mensajes específicos, sino poner a conocimiento general de qué trata la situación, de ahí que no se referirá a tales medios.
En un comunicado el día 2 de junio, el Subsecretario de Salud Pública nacional, el mismo Dr. Hugo López-Gatell expresó que no habrá consecuencias negativas sobre el sistema de salud, ya que las NOM no son necesarias para fundamentar la atención médica. Como argumento, mencionó que hay más de 35 mil enfermedades distintas y que la mayoría no cuenta con normatividad específica al respecto.
Cabe aclarar que no hay fundamento legal que conlleve a que los padecimientos abarcados por la normatividad en proceso de eliminarse sean excluidos de las funciones regulares de las instituciones de salud. El resto de las leyes y reglamentos establecen que (hipotéticamente) esto seguirá funcionando, para bien o mal, en las mismas condiciones.
En la práctica cotidiana de la atención de la salud y de la vigilancia de las enfermedades, las normas oficiales funcionan como un piso parejo del cual parte la prevención, atención, tratamiento y manejo clínico, así como una herramienta para garantizar que en todo el territorio mexicano se cumplen un mínimo de acciones de salud con estándares definidos y se propicie la rendición de cuentas. Ahí es donde pueden tambalear los sistemas de salud; al no tener claro la meta de calidad.
Como nota, normalizar en el contexto de las NOM se entiende como sinónimo de estandarizar. Al contrario que en lenguaje coloquial, no se refiere a hacerlo común o normal.